Las PYMES se preocupan por el coste del cumplimiento de la privacidad de los datos

Aunque los consumidores pueden ver esto como una buena noticia, sea cual sea la forma que adopte la legislación nacional, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se muestran recelosas sobre el coste real del cumplimiento de la nueva normativa sobre privacidad de datos, según una encuesta reciente.

Los 30,2 millones de PYMES de Estados Unidos son los mayores innovadores, creadores de empleo y empleadores, a la vez que contribuyen casi 10.000 millones del Producto Interior Bruto (PIB) nacional privado no agrícola. Dado que se trata de un valor monetario para todos los productos y servicios producidos a nivel nacional, el PIB es reconocido universalmente como una forma eficaz de medir la riqueza global y el crecimiento económico de un país.

Sin embargo, como en cualquier debate que enfrente a los intereses públicos y privados, en este caso hay intereses contrapuestos justificados. Una nueva ley de protección de la intimidad de los consumidores que se centra en el consentimiento de los individuos significa inevitablemente que habrá costes de cumplimiento. Y, como hemos visto en Europa, estos costes pueden ser considerables. Aunque esto puede no ser un problema para los gigantes tecnológicos como Microsoft, Google o Apple, representa una carga financiera mucho mayor para las pequeñas y medianas empresas.

¿Qué preocupa a las pequeñas empresas de Estados Unidos?

El Connected Commerce Council (3C) es una organización sin ánimo de lucro del sector de la tecnología digital que apoya y capacita a las pequeñas empresas con los recursos digitales que necesitan para tener éxito de forma más rápida y rentable. El 3C ha publicado recientemente un informe titulado "Regulación y responsabilidad de los datos de las pequeñas empresas", basado en los resultados de una encuesta nacional realizada a pymes de todo Estados Unidos.

3C encuestó a una serie de empresas para que aportaran ideas sobre una nueva y más estricta normativa en materia de privacidad. En la selección participaron empresas de 12 categorías, desde la agricultura hasta las finanzas. El tamaño de las empresas oscilaba entre 5 y 500 empleados, con unos ingresos anuales aproximados de $25.000 a $1 millón. Los encuestados eran propietarios de pequeñas empresas o altos responsables de la toma de decisiones.

Curiosamente, el 80 por ciento de los encuestados admitió que tenía muy poco conocimiento de la ley de protección de datos, pero el 72 por ciento dijo estar a favor de la mejora de la normativa sobre privacidad. Sin embargo, una de las preocupaciones mayoritarias era la posibilidad de que los cambios en las leyes de privacidad actuales pudieran causar un trastorno importante en el funcionamiento diario de la empresa. Esta preocupación se traduce en que el 56 por ciento de los encuestados cree que los cambios en la normativa actual causarán un efecto adverso en su negocio. Sólo el 15 por ciento cree que los legisladores aprobarán normativas que no afectarán negativamente a las pequeñas empresas.

Además de esta respuesta, la encuesta también indica que la mayoría de las pymes de Estados Unidos entienden que la normativa sobre privacidad debe evolucionar, tras los numerosos incidentes de mal manejo de datos personales por parte de gigantes tecnológicos como Facebook, Instagram y Google. Sin embargo, el 40% de estos encuestados no cree en un enfoque de "talla única" para las pequeñas empresas, y solo el 16% confía en que los responsables políticos posean los conocimientos necesarios para regular adecuadamente las plataformas de medios sociales.

No es un secreto menor que, al igual que la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas, el Congreso tiene poco o ningún conocimiento sobre la privacidad de los datos. Menos del 4% de los congresistas tienen formación en informática, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta la escasa demostración de conocimientos tecnológicos que se hizo durante las audiencias sobre la violación de datos del año pasado. De hecho, los senadores Patrick Leahy y Orrin Hatch confesaron abiertamente, durante las audiencias sobre Facebook, que proceden de la era preinternet y que no tienen intención de hacer ningún esfuerzo para ponerse al día con la tecnología.

Otras preocupaciones expresadas por las PYMES encuestadas son las siguientes

  • La aparente falta de comprensión de los senadores de la importancia del marketing online;

  • la incapacidad de los reguladores para mantenerse al día con las amenazas actuales, y;

  • una falta de confianza básica en el gobierno.

Legislación sobre privacidad de datos + conocimientos insuficientes

La encuesta reveló que los niveles de conocimiento y preparación están muy influenciados por el tamaño de la empresa.
El 51% de las empresas con más de 250 empleados confía en que posee un alto nivel de conocimiento de la normativa sobre privacidad y protección de datos. Sólo el 12 por ciento de las empresas más pequeñas tenían la misma confianza. Respondiendo a las influencias financieras, las empresas que son más rentables parecen tener un mayor grado de confianza en su capacidad para aplicar las medidas de cumplimiento.

¿Regulación estatal o federal? Esta es la cuestión

La encuesta reveló una pequeña preferencia por la regulación federal, en lugar de la estatal: sólo el 1%. Las PYMES expresaron su preocupación por la comparación de las regulaciones de privacidad únicas para cada estado. Además, algunos encuestados creen que las pequeñas empresas podrían considerar la posibilidad de trasladarse a estados en los que la normativa sobre privacidad es comparativamente más relajada, algo que podría animar a algunos estados a no abordar intencionadamente la privacidad y la protección de datos de los consumidores.

En general, está claro que los encuestados ven con buenos ojos la idea de una nueva normativa sobre privacidad. Sin embargo, muchos tienen la firme convicción de que es necesario atender las necesidades comerciales y operativas de las PYMES para que ésta tenga éxito. Aunque estas PYMES se mostraron abiertas a la idea de una nueva normativa, consideraron que ésta debería aplicarse sólo a las empresas más grandes en un primer momento, para luego aplicarse a todas las empresas en una fase posterior. La mayoría también dijo que debería haber conjuntos de normas únicos para los gigantes tecnológicos y para las PYMES.

A las pequeñas y medianas empresas seleccionadas para participar en la encuesta se les pidió que presentaran citas directas sobre el tema. Entre las preocupaciones que se plantearon figuran:

  • La falta de presupuesto para aplicar los cambios necesarios obliga a las empresas a desconectarse.

  • Preocupación por las nuevas normativas sobre privacidad que exigen una revisión completa que no puede llevarse a cabo sin perder el negocio.

  • Preocupación por el hecho de que la nueva normativa pueda impedir el crecimiento.

  • El temor a que los empresarios no puedan crear una empresa debido a la carga que supone el cumplimiento de la normativa.

  • Preocupación por el hecho de que, incluso si las PYME no se ven perjudicadas, el aumento de los costes de las grandes empresas tecnológicas podría repercutir en las PYME que dependen de sus servicios.

Si tenemos en cuenta que las empresas con menos de 500 empleados representan el 99,7% de la economía estadounidense, parece que aliviar las preocupaciones de las PYME será la clave para privacidad y protección de datos normas que satisfagan las necesidades de todas las organizaciones.

 ¿Es usted propietario o alto ejecutivo de una pequeña o mediana empresa estadounidense? Háganos saber sus preocupaciones u opiniones sobre este tema.

Fuentes: Consejo de Comercio Conectado, Administración de la Pequeña Empresa de los Estados Unidos

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Peter Borner
Presidente Ejecutivo y Director Fiduciario

Como cofundador, presidente ejecutivo y director de confianza de The Data Privacy Group, Peter Borner aprovecha sus más de 30 años de experiencia para impulsar los ingresos de las organizaciones dando prioridad a la confianza. Peter diseña estrategias a medida para ayudar a las empresas a cosechar los frutos de una mayor fidelidad de los clientes, una mejor reputación y, en última instancia, mayores ingresos. Su enfoque proporciona a los clientes una tranquilidad permanente, consolidando sus cimientos en el ámbito de la confianza digital.

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Como cofundador, presidente ejecutivo y director de confianza de The Data Privacy Group, Peter Borner aprovecha sus más de 30 años de experiencia para impulsar los ingresos de las organizaciones dando prioridad a la confianza. Peter diseña estrategias a medida para ayudar a las empresas a cosechar los frutos de una mayor fidelidad de los clientes, una mejor reputación y, en última instancia, mayores ingresos. Su enfoque proporciona a los clientes una tranquilidad permanente, consolidando sus cimientos en el ámbito de la confianza digital.

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