Después de 2015, la Ley de Libertad de los Estados Unidos sustituyó la vigilancia masiva de la NSA de los metadatos de las llamadas telefónicas de los estadounidenses que se había promulgado en virtud de la Ley Patriota y la Sección 215.
Aunque no llegó a reformar por completo el sistema, como esperaban grupos como la EFF y la ACLU, sí cambió las cosas al hacer que las compañías telefónicas recopilaran los datos, bajo límites de tiempo de almacenamiento, con consultas realizadas por las agencias con el permiso de un juez.
Incluso las nuevas normas han tenido problemas, ya que las compañías telefónicas han almacenado más datos de los legalmente permitidos, lo que ha provocado que la NSA borre todos los datos recogidos en 2018. Además, consultas aún más limitadas podrían acabar tocando millones de registros.
Ahora el El New York Times informa sobre un estudio recién desclasificado de la organización Privacy and Civil Liberties
La Junta de Supervisión del año pasado examinó el programa y descubrió que sólo había generado dos pistas únicas durante el tiempo que estuvo en funcionamiento. Eso es de un total de 15 informes, pero 13 tenían información que el FBI fue capaz de obtener a través de otros métodos, A un costo de más de $100 millones para operar la configuración, esta falta casi completa de la producción revela más acerca de por qué la NSA había dejado de usarlo.
Las secciones de la Ley Patriota debían expirar en 2019, pero a pesar de los informes recomendaciones de la NSA para cerrar las cosasSe prorrogaron como parte de un proyecto de ley de financiación. Ahora están pendientes de revisión para el 15 de marzo, y a pesar de la legislación bipartidista propuesta que pretende sustituir el programa, el fiscal general William Barr vuelve a presionar para que se amplíe.
Fuente: El New York TimesEngadget UK