Más allá del cumplimiento: Cómo crear un programa experiencial de protección de datos

La privacidad de los datos es cada vez más importante a medida que las organizaciones recopilan y utilizan más datos personales.

La madurez de la privacidad de los datos se refiere a la capacidad global de una organización para gestionar los riesgos de la privacidad de los datos y proteger la información personal. Un programa de privacidad de datos maduro va más allá del cumplimiento básico para integrar la protección de la privacidad en toda la cultura, los procesos y los sistemas de la organización.

El Data Privacy Group (DPG) ha desarrollado un exhaustivo Modelo de Madurez de Privacidad de Datos que proporciona a las organizaciones un marco para mejorar sus posturas en materia de privacidad de datos. Este modelo identifica etapas progresivas de madurez, desde un nivel básico defendible hasta un nivel avanzado experimental. Al trazar un mapa de su estado actual y seguir el modelo del DPG, las organizaciones pueden reforzar sus programas de privacidad para salvaguardar mejor los datos personales.

Alcanzar niveles más altos de madurez en materia de privacidad de los datos proporciona beneficios sustanciales. Genera confianza entre clientes, empleados, socios y reguladores. También minimiza los riesgos para la privacidad y posiciona a la organización como líder en privacidad de datos. El modelo de madurez de DPG dota a las organizaciones de una hoja de ruta estratégica para transformar la privacidad de una lista de comprobación de cumplimiento a una capacidad organizativa que aporte una ventaja competitiva.

Importancia de la madurez de la privacidad de los datos

La madurez de la protección de datos se refiere a la preparación y capacidad de una organización para gestionar eficazmente las cuestiones relacionadas con la protección de datos. Un programa maduro de privacidad de datos es crucial para cualquier organización que maneje datos personales. Significa el compromiso de la organización con la protección de los datos de sus clientes, empleados, socios y otras partes interesadas.

Un programa de privacidad maduro no sólo pretende garantizar el cumplimiento de la normativa sobre privacidad de datos, sino que va más allá para identificar y mitigar de forma proactiva los riesgos para la privacidad. Los programas maduros crean capacidades para prever posibles problemas antes de que se produzcan y evitar cualquier infracción o violación.

Algunos aspectos clave que ponen de relieve la importancia de la madurez de la privacidad de los datos son:

  • Garantiza el cumplimiento de la normativa: Un programa de privacidad maduro cuenta con las políticas, procesos y controles necesarios para cumplir las leyes y normativas de privacidad aplicables a la organización. Este cumplimiento ayuda a evitar multas, demandas judiciales y daños a la reputación.
  • Más allá del cumplimiento: Los programas maduros no se limitan a marcar casillas para cumplir la normativa. Integran profundamente las prácticas de privacidad en la cultura organizativa, la estrategia y la toma de decisiones. La privacidad se trata como un imperativo ético más que como una carga normativa.
  • Identifica/mitiga los riesgos de forma proactiva: En lugar de ser reactivos, los programas maduros adoptan un enfoque basado en el riesgo. Llevan a cabo evaluaciones periódicas para identificar vulnerabilidades y abordarlas antes de que se produzca cualquier infracción o violación. Los flujos de datos se supervisan para detectar áreas de alto riesgo.

Al invertir en la madurez de la privacidad de los datos, las organizaciones pueden generar confianza entre las partes interesadas, fomentar la responsabilidad y minimizar el riesgo empresarial general. Un programa de privacidad maduro ya no es opcional, sino una necesidad estratégica en la economía digital actual.

Explicación del modelo de madurez de la privacidad de datos del DPG

El modelo de madurez del Data Privacy Group proporciona a las organizaciones una hoja de ruta para hacer evolucionar sus programas de privacidad. Clasifica la madurez de la privacidad de los datos en tres niveles: Defensible, Proactivo y Experiencial.

Nivel defendible

En el nivel Defensible, las organizaciones cuentan con controles básicos de privacidad y actividades de cumplimiento. Se centran en cumplir las leyes y normativas sobre privacidad. Los aspectos clave de este nivel incluyen:

  • Políticas y avisos de privacidad documentados para cumplir la normativa
  • Respuesta a las consultas y reclamaciones sobre protección de la intimidad  
  • Formación sobre protección de datos para los empleados
  • Controles básicos como la gestión del consentimiento y el cifrado

Aunque las organizaciones cumplen las normas básicas a este nivel, su postura en materia de privacidad es reactiva y sus controles pueden tener lagunas que dejan los datos vulnerables.  

Nivel proactivo 

En el nivel proactivo, las organizaciones adoptan un enfoque más basado en el riesgo con controles de privacidad sólidos. Identifican y mitigan los riesgos para la privacidad de forma proactiva. Los aspectos clave incluyen:

  • Evaluaciones exhaustivas del impacto sobre la privacidad de las nuevas iniciativas
  • Supervisión, auditorías y formación continuas en materia de privacidad 
  • Colaboración interfuncional en el diseño de la privacidad 
  • Controles de privacidad automatizados y planes de respuesta ante infracciones
  • Gobierno centralizado de la privacidad con CPO o comité

Las organizaciones se vuelven resistentes a este nivel, pero pueden seguir considerando la privacidad en sentido estricto como un requisito de cumplimiento.

Nivel experiencial

El nivel Experiencial significa un programa de privacidad avanzado e integrado. La privacidad de los datos está arraigada en la cultura y los valores de la organización. Entre los aspectos clave se incluyen:

  • Responsabilidad de toda la organización en materia de privacidad
  • Análisis predictivo para anticiparse a los nuevos riesgos para la privacidad
  • Protección automatizada de la intimidad plenamente integrada en las operaciones
  • Formación sobre ética de los datos y toma de decisiones en primera línea
  • Evaluación comparativa externa y colaboración en las principales prácticas de protección de la intimidad

A este nivel, la privacidad deja de ser una consideración secundaria para convertirse en parte integrante del ADN y la estrategia de la organización. La privacidad de los datos se convierte en un diferenciador competitivo que se gana la confianza de las partes interesadas.

Características del nivel defendible 

El nivel defendible representa la primera etapa de madurez de la privacidad de los datos. En este nivel inicial, la organización es consciente de la privacidad, pero se centra únicamente en el cumplimiento.

Existe conciencia de la privacidad: La organización conoce los requisitos básicos de las leyes y normativas sobre privacidad. Sin embargo, el programa de privacidad aún no está totalmente desarrollado. Algunos empleados son conscientes de la necesidad de privacidad, pero no a nivel organizativo.

Centrarse en el cumplimiento: El objetivo principal en la fase de defensa es cumplir los requisitos mínimos obligatorios de privacidad establecidos por la normativa. Los esfuerzos se dirigen a la creación de controles básicos de privacidad para demostrar el cumplimiento durante las auditorías. 

Enfoque reactivo: La estrategia de privacidad es reactiva en lugar de proactiva. La organización reacciona a los incidentes de privacidad cuando se producen en lugar de anticiparse a los riesgos. Hay lagunas a la hora de identificar y prevenir proactivamente los riesgos emergentes para la privacidad.

La etapa defendible crea una base para la privacidad al satisfacer las necesidades básicas de cumplimiento. Sin embargo, existe un amplio margen para hacer evolucionar el programa de privacidad hacia niveles de madurez superiores mediante un enfoque proactivo.

Nivel proactivo

El nivel proactivo supone una evolución de la privacidad de datos reactiva a la proactiva. En este nivel, las organizaciones adoptan una visión más holística de la privacidad que va más allá del cumplimiento. Integran consideraciones de privacidad en el diseño de productos, servicios y procesos empresariales. Algunos aspectos clave del nivel proactivo son:

Privacidad por diseño: Las organizaciones aplican los principios de privacidad desde el diseño para integrar la protección de la privacidad desde el principio y no a posteriori. Esto implica evaluar los riesgos para la privacidad en una fase temprana del diseño y crear las salvaguardias adecuadas.

Enfoque proactivo: En lugar de esperar a que surjan problemas, las organizaciones evalúan proactivamente los riesgos para la privacidad, vigilan las nuevas amenazas y toman medidas preventivas. Llevan a cabo evaluaciones del impacto sobre la privacidad de las nuevas iniciativas. 

Colaboración interfuncional: A nivel proactivo, la privacidad se convierte en una prioridad para toda la empresa que implica la colaboración entre los equipos jurídicos, de TI, de seguridad, de ingeniería, de productos y otras unidades de negocio. 

Formación continua: La formación periódica sobre privacidad y seguridad garantiza que todos los empleados comprendan sus responsabilidades en materia de privacidad. La formación capacita al personal para actuar como defensores de la privacidad.

Rendición de cuentas: Las políticas claras y los mecanismos de responsabilidad fomentan la apropiación de la privacidad en toda la empresa en lugar de convertirla en una función puramente legal o de cumplimiento.

Adoptando un enfoque proactivo, las organizaciones pueden adelantarse a los riesgos para la privacidad antes de que den lugar a incidentes, infracciones o sanciones reglamentarias. Sin embargo, la fase proactiva es un peldaño hacia el nivel de madurez experimental.

Nivel experiencial

El nivel de experiencia representa la etapa de mayor madurez, en la que la privacidad de los datos está plenamente arraigada en la cultura, los valores y la estrategia de la organización. En esta fase, el programa de privacidad trasciende el cumplimiento y la documentación formal para convertirse en parte integrante de las operaciones cotidianas.

Las características clave del nivel experiencial incluyen:

Arraigada en la cultura y los valores: La protección de los datos personales forma parte indiscutible de la cultura de la organización. Todos los empleados adoptan la privacidad como un valor fundamental en sus acciones cotidianas. Existe un sentido compartido de responsabilidad hacia la privacidad de los datos en toda la organización.

Enfoque anticipatorio: El programa de privacidad adopta un enfoque prospectivo y anticipatorio para identificar y mitigar los riesgos antes de que se produzcan. La privacidad se tiene en cuenta durante el diseño y la ingeniería de sistemas, productos y procesos.

Programa de vanguardia: El programa de privacidad aprovecha las tecnologías y técnicas avanzadas de mejora de la privacidad. Se sigue invirtiendo en mantener el programa en la vanguardia de la privacidad de los datos.

Más allá del cumplimiento: El programa supera los requisitos de cumplimiento normativo y las mejores prácticas del sector. Se centra en crear una cultura de responsabilidad en torno a la privacidad de los datos.

Ámbito holístico: Todas las funciones principales -desde ingeniería hasta comunicaciones- comparten la responsabilidad de la privacidad de los datos. El alcance del programa de privacidad va más allá de los sistemas informáticos y se extiende a toda la empresa.

Protección proactiva: Los datos se protegen de forma proactiva durante todo su ciclo de vida. En la fase de recopilación de datos se incorporan sólidos controles y protecciones.

Al alcanzar el nivel de experiencia, las organizaciones pueden transformar realmente la privacidad de los datos en una ventaja competitiva y un valor empresarial sostenible. El programa establece a la organización como líder del sector en el ámbito de la protección de datos y la privacidad.

Ventajas de un mayor nivel de madurez

Alcanzar mayores niveles de madurez en la gestión de la privacidad de los datos reporta importantes beneficios a las organizaciones en diversas dimensiones:

Mayor confianza 

Con unas prácticas sólidas de protección de datos profundamente arraigadas en toda la organización, los clientes, empleados, socios y otras partes interesadas desarrollan unos niveles de confianza mucho mayores. Reconocen el compromiso sincero de la organización con la protección de los datos personales y la defensa de los derechos individuales de privacidad. Esta confianza se convierte en un enorme activo para la reputación y la imagen de marca de la empresa.

Mejor gestión del riesgo

Una mayor madurez significa que la organización ha reducido sustancialmente su exposición a los riesgos relacionados con la privacidad de los datos. Amenazas como la filtración de datos, el uso indebido de datos personales y el incumplimiento de la normativa se previenen gracias a la mayor capacidad de la empresa para gestionar la privacidad. Esto proporciona inmensos beneficios de mitigación de riesgos y resistencia frente a posibles sanciones reglamentarias o daños a la reputación.

Mejora de la experiencia del cliente 

Hoy en día, los clientes esperan que las empresas traten sus datos personales con el máximo cuidado y transparencia. Un programa de privacidad muy maduro satisface estas expectativas, creando experiencias positivas para el cliente. Cuando los clientes confían en que sus datos están protegidos, están más dispuestos a compartirlos y a comprometerse a fondo con la organización. Esto aumenta la retención y la fidelidad de los clientes a largo plazo.

Ventaja competitiva de un programa de privacidad de gran confianza

Un programa de privacidad de gran confianza que ha alcanzado un alto nivel de madurez proporciona una importante ventaja competitiva en el mercado. Los clientes exigen cada vez más prácticas sólidas de privacidad de datos a las empresas antes de entablar relaciones comerciales o compartir su información personal. Una encuesta realizada en 2022 reveló que 79% de los clientes son más propensos a comprar a una empresa que prioriza la protección de la privacidad de sus datos.

Las organizaciones que no hacen de la privacidad de los datos una prioridad estratégica corren el riesgo de alejar a los clientes y perder negocio frente a competidores con programas de privacidad más maduros. En muchos sectores, un enfoque sólido y transparente de la privacidad de los datos es ahora un requisito mínimo para ser considerado un actor creíble.

Las empresas que alcanzan un nivel avanzado de madurez en privacidad de datos pueden aprovecharlo como diferenciador estratégico clave. Al promocionar su programa de alta confianza, pueden atraer a clientes que buscan garantías de que sus datos se tratarán de forma ética y segura. Su capacidad para minimizar los riesgos para la privacidad de los datos también proporciona una ventaja competitiva en comparación con las organizaciones que aún luchan con niveles de madurez defendibles o proactivos.  

En esencia, la madurez de la privacidad de los datos ha pasado de ser un ejercicio de cumplimiento a una capacidad empresarial necesaria centrada en el cliente. Las organizaciones que adoptan la privacidad experiencial de los datos obtienen una poderosa ventaja competitiva y se establecen como líderes en la administración ética de los datos. Pueden convertir la privacidad de los datos en un activo estratégico en lugar de un mero riesgo que hay que gestionar.

Mitigación de riesgos

Un programa maduro de privacidad de datos centrado en alcanzar los niveles más altos del Modelo de Madurez DPG conlleva beneficios sustanciales de mitigación de riesgos. Al adoptar un enfoque proactivo para identificar y mitigar los riesgos para la privacidad, las organizaciones pueden reducir las posibilidades de que se produzcan incidentes graves, violaciones e incumplimientos de la privacidad.

En concreto, las organizaciones con programas de privacidad maduros se enfrentan a menores riesgos de:

  • Multas y sanciones de los organismos reguladores por violación de la privacidad y filtración de datos
  • Demandas, acciones legales y responsabilidad de los clientes cuyos datos personales se vean comprometidos.
  • Daños a la reputación y pérdida de confianza de los clientes y el público por escándalos de privacidad de gran repercusión.

Los programas de privacidad maduros mejoran la resistencia frente a las amenazas externas y los riesgos internos. Con políticas, controles y supervisión rigurosos, los posibles riesgos para la privacidad se vigilan y abordan constantemente antes de que se materialicen en incidentes reales. 

Los programas de privacidad maduros conducen a una gestión de riesgos más ágil. En lugar de reaccionar ante las amenazas, los equipos de privacidad pueden anticiparse a los riesgos y prevenir su aparición. Esto evita la interrupción de la actividad empresarial, preserva la confianza y garantiza la continuidad.

Al progresar en el Modelo de Madurez DPG, las organizaciones refuerzan sus defensas contra los riesgos para la privacidad. Están mejor equipadas para gestionar las amenazas, demostrar responsabilidad y evitar incidentes que pongan en peligro las operaciones. Con resistencia y agilidad, incluso los riesgos inesperados para la privacidad pueden gestionarse con eficacia.

Conclusión:

La madurez de la privacidad de los datos ya no es sólo un ejercicio de cumplimiento, sino un imperativo estratégico para las organizaciones de hoy en día. Como hemos visto, el modelo de madurez del Data Privacy Group ofrece un marco progresivo para elevar el programa de privacidad de una organización. Recorriendo los niveles de madurez desde Defensible a Proactivo y finalmente a la cúspide de Experiencial, las organizaciones pueden arraigar la privacidad de los datos en su cultura y valores fundamentales. 

La etapa Experiencial denota un programa de privacidad vanguardista y de gran confianza que identifica y desactiva de forma proactiva los riesgos para la privacidad. Las organizaciones obtienen inmensos beneficios al alcanzar este nivel de madurez, incluida una mayor confianza de los clientes, mitigación de riesgos, cumplimiento, responsabilidad y resistencia general. Un programa de privacidad maduro que proteja los datos de las partes interesadas puede convertirse en un potente diferenciador competitivo en el mercado.

En resumen, las organizaciones que quieran prosperar en la actual economía de los datos deben adoptar el modelo de madurez. La privacidad de los datos ya no puede tratarse como una mera lista de comprobación de cumplimiento, sino que debe convertirse en parte integrante de la estrategia y la cultura. Al invertir en elevar sus programas de privacidad a la fase de experiencia, las organizaciones pueden construir un activo estratégico que genere confianza, impulse el crecimiento y desbloquee el verdadero valor de los datos. El modelo de madurez proporciona una hoja de ruta estructurada para conseguirlo.

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Iain Borner
Consejero Delegado

Como Consejero Delegado, Iain aporta una gran experiencia en el desarrollo de una cultura de confianza dentro de organizaciones globales. Con un profundo conocimiento del valor que los clientes conceden a sus datos personales, Iain reconoce la importancia de permitir a las personas elegir a qué empresas confían su información. La experiencia de Iain ha sido reconocida por el Forbes Business Council, del que es miembro oficial, y en el que comparte valiosos conocimientos sobre privacidad de datos y confianza con propietarios de pequeñas y medianas empresas de éxito.

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